Cuando la Gobernadora llegó al centro a participar de la actividad, los agentes encargados de la seguridad en la entrada de la cárcel, le pidieron que por favor dejara revisar el vehículo por medidas de seguridad, ya que es un reglamento y protocolo al visitar dicho lugar. La gobernante, perdiendo su humildad, se negó y bajándose del vehículo respondió “yo soy la representación del gobierno del Presidente Medina en San Francisco de Macorís”; luego su chofer, dijo “ella es la Gobernadora, es más, doña vámonos…” Miledys procedió a bajar los juguetes que había traído para la actividad y los dejó en el piso marchándose del lugar con humos de grandeza, demostrando que el cargo se le subió a la cabeza.
Tener un cargo político no significa estar por encima de la ley o de reglamentos de institucionales del estado. El guardia estaba haciendo su trabajo de forma eficaz y como debe hacerlo, no entiendo porque la señora Gobernadora quiso romper el protocolo establecido del centro.
Esa es una muestra de porque un país como el nuestro nunca dejará de ser tercermundista.
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